Reseña por Manuel López para EMDT,
Seis años después del primero (Prólogo) y cuatro después del segundo (A la espera), los navarros de La Niña Hilo nos traen su tercer trabajo: Family. Continúan en el proyecto tanto Laura Recarte (voz y coros) como César Bueno (guitarra y sintetizadores), aunque para los directos alistan a otros músicos quienes les arropan en esta bonita aventura. Como todo grupo inquieto, para llegar a este último disco, ha tenido que recorrer un camino que les ha traído una evolución clara en el sonido, combinada, a su vez, con la base que venía cocinada en los otros dos anteriores. Este álbum está compuesto por ocho cortes íntimos y preciosistas que nos mecen con precisión. No cabe duda. Al mismo tiempo podemos asegurar que la producción de este disco ha sido una labor más compleja y laboriosa que los anteriores. Los arreglos y la composición han ido varios pasos más allá en este sentido.
Una vez nos hemos sumergido en las canciones, y aunque el disco abre con una pequeña intro, Dawn, es en su segundo track, Summer of 2004, cuando nos damos de bruces con el primer tema de peso, el primer alegato de lo que va a ser este Family. Un sonido pop con presencia total de los sintetizadores. La voz de Laura penetra en nuestros oídos pintando canciones que acarician y rasgan. Aglutina distintos matices, aun manteniendo una pegada exquisita en una mezcla de acústicas y eléctricas absorbente. Así transcurren Aldo is hungry y Slow burning. Dos bonitos motivos y formas de continuar este disco que poco a poco se va tatuando por dentro.
Llegamos a Last winter day, un tema diferente, quizá más íntimo, aunque con tintes esperanzadores. Su cadencia te atrapa entre sintetizadores y batería. La voz, en este caso, discurre a través de la melodía con plena libertad, y te hace seguirla en este túnel de sonido sin final. De golpe, el siguiente tema vuelve a dar un volantazo y nos sitúa en Cowboy, un bailable en toda regla en el que la batería queda particularmente marcada y en que volvemos a correr embelesados tras la estela de una magnífica melodía.
Nos acercamos al final, y es en The race, donde encontramos una canción desafiante y valiente donde la vocalista navarra tiene que dar todo su nivel para dejarnos una canción muy emocionante, de esas que te levantan del sillón y te empujan a gritar por la ventana. Para concluir, la guinda del pastel se llama Sleeping with you, un corte puramente electrónico que sacude por última vez el telón para dejarlo caer en sus últimos segundos. Esto ha sido Family, y no puedo más que recomendároslo con fuerza. Uno de esos discos, y una de esas bandas que merecen mucho más de lo que aún se les ha concedido.
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