Reseña por Andrea Caso para El Mundo de Tulsa
Yo Ciervo es rock con mayúsculas. Ellos apuestan por una ejecución impecable y un cuidado del detalle en la producción, la composición y la imagen. En este nuevo disco nos ofrecen cuatro cortes con una elevada calidad, y que, como bien esperábamos, salen de lo ordinario.
A la altura de la realidad abre este disco, mostrándonos una realidad muy inocente, nos transporta a nuestra infancia de un modo muy sutil. “No digas nada y cuenta despacio hasta 100. Piensa bien cómo me puedes coger. Separa los pies de la tierra, olvida la gravedad. Enseña un espejismo a la altura de la realidad, camina sobre los platos rotos, vuelve a empezar.” Cohetes es un tema romántico, a la vez que melancólico. Un amor que no puede estar unido, pero tampoco separado. “Una noche más a tu lado, siempre perdidos, no hacemos más que salir, huir de aquí. No nos queda nada, pero sí sabemos vivir. Aunque seamos uña y carne, ponte lejos de mí. Somos dos cohetes volando hacia ningún lugar.” Reinar el tiempo nos habla de un tópico: el tiempo. A todos se nos escapa de las manos, y la vejez va abriéndose paso. Un tema muy reflexivo. “No me sirven tus manos, hay mucho que barrer, se nos pasa el tiempo y ya no sé qué hacer. En la isla de los naufragios, los cigarros se los traga el tiempo, el humo nubla mi visión sin ton ni son, sin ton ni son. “¿Dónde estás? da paso a las incertidumbres, a las preguntas sin respuesta que tanto nos comen la cabeza. “empecé y no puedo acabar, no se decidir entre mil formas distintas, escapo siempre de la misma guerra, de las preguntas sin respuesta, ¿dónde estás? ¿Dónde estás? Ahora que te necesito, ¿Dónde estás?” ¡Un disco muy recomendable!
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