Festival de los sentidos 2016

Crónica del Festival de los Sentidos 2016 por Iván Romero para El Mundo de Tulsa

 

Primeras semanas del verano y los más festivaleros ya se frotan las manos. En la tierra de Don Quijote nos encontramos con un pequeño festival que empezó hace 8 años contando con 4 grupos y que en la última edición ha acogido 22 conciertos en diversos escenarios durante 2 días, el Festival de los Sentidos de la Roda.
 
El día de calor hace que incluso los más melómanos aprovechen las últimas horas de la tarde para recoger su pulsera y acceder al recinto. 
Coincidiendo con la Eurocopa, la organización toma una buena decisión empresarial: A las 9 se proyectaría en uno de los escenarios el partido España – Turquía, de forma que se aseguran una buena afluencia de gente durante las primeras horas del festival sobre todo para llenar filas en los conciertos de los menos populares.  
Empezando con los conciertos nocturnos abren los pamploneses Belize con el buen rollo que nutren sus canciones, sobretodo en el momento de Egos, haciendo que el público tenga una sonrisa especial y que sus caderas vayan de un lado al otro. Cada vez nos queda más claro que en el norte se hace buena música.

Izal, el cabeza de cartel, no se hace esperar. Después de una pequeña entrevista con los medios en el backstage se preparan para dar el concierto que casi todo el mundo está esperando.

Música fuera, luces abajo, un cartel de neón nos dice Copacabana, el público aplaude y sombras empiezan a tomar el escenario.  

¿Qué se puede decir de Izal? El grupo más festivalero de el año pasado sigue en la misma tónica. Gente cantando por todas partes, ritmos bailables y confeti volando cuando se acerca el final del concierto. La mujer de verde sigue siendo la persona más esperada en sus conciertos y por supuesto la mejor recibida cuando llega.

Se acerca el que para muchos va a ser el último concierto de la noche, Amatria, grupo con unas grandes influencias electrónicas que podemos escuchar en las sesiones de Elyella. Una puesta en escena minimalista con sus dos músicos nos deja un sonido no tan redondo como el que encontramos en sus discos pero que aún así se puede disfrutar. Joni Antequera anuncia la canción Chinches y el público se prepara para la canción más famosa del concierto.

El segundo día del festival nos trae la parte gastronómica que caracteriza a este festival.  

A medio día el calor aprieta y nos encontramos con el festival de tapas. Muchas casetas con distintos tipos de comida pero siempre con una caña de guarnición. Precios caros si tenemos en cuenta que en la zona somos de buen comer y las raciones son excasas, aunque bien presentadas.

La zona de relax hace su función y recoge a los que gustan de beber y comer en la sombra en tumbonas y sillones, teniendo uno de los escenarios cerca por lo que podemos seguir disfrutando de la música.

No pudimos asistir a los conciertos del segundo día entre los que listaban La Habitación Roja, Miss Cafeina o Full, sin embargo estamos seguros de que siguió la nota del primer día.

En resumen, un festival de parada obligatoria si existe la oportunidad ya tenemos buena comida, un buen ambiente y no se masifica como otros muchos pudiendo disfrutar mucho más de la música, del baile y de respirar con tranquilidad.