La increible historia de un hombre bueno, tercer disco de Depedro
Pese a ello, Jairo vive y respira en España. Aquí tiene a sus hijos, aquí recorre cada rincón del país mostrando las fotos musicales de sus viajes. Pese a que juega a dar vueltas a la bola del mundo, Depedro tiene un cable a tierra aquí. Es un obrero del rock. Gracias a sus tiempos en Vacazul y a su época trabajando con Amparanoia, conoce todos los garitos del país. Ahora, gracias a su proyecto en solitario y a su condición de miembro de Calexico, también conoce los de medio planeta. Sobre estos dos terrenos (el local y el global) se asienta “La increible historia de un hombre bueno”. El tercer disco de Depedro. El que difumina los subtítulos relacionados con los amigos que le han ayudado a desarrollar su proyecto personal: locales (Vetusta Morla) o internacionales (Calexico). En esta ocasión, Jairo ha vuelto a los estudios de Craig Schumacher, donde graban artistas como Neko Case, Iron & Wine, M Ward… pero esta vez él quiere ser dueño de su propio destino con sus armas: quiere arriesgar, que el adjetivo “desértico” y “arenoso” deje de ser la palabra más abundante en su definición.
Mezclar las grabaciones de ese parque de atracciones musical que es el estudio de Craig Schumacher, con algunas bases confeccionadas en las maquetas que registró en su casa. De nuevo lo local y lo global. Tiene lógica en un músico que tiene sangre peruana por vía paterna y cuya madre se crió durante años en Guinea. Imaginen la cantidad de discos y ritmos con los que ha podido crecer. Las canciones de Depedro también han crecido.