Entrevista a Capitán Cobarde por Manu López para EMDT.
El soporte económico para vivir es la carretera.
Podríamos decir primavera, pero recién acaba de empezar el otoño en un Madrid que templa nuestros nervios con caricias de mediodía. Esta noche a unos pocos metros de donde nos encontramos, ahora entre cervezas, tocará Capitán Cobarde con sus niños perdíos. Honestidad, música y calle por los cuatro costados. Un tipo de la calle con una verdad y un buen rollo abrumador.
* Mirando hacia atrás, un músico con tantas canciones y discos en su alforja, ¿qué ha aprendido en todo este camino?
– Sobre todo he aprendido a amar esta profesión y a vivir de ella y con ella. Como diría Rosendo, es una manera de vivir. Es aquello con lo que yo me he curtido desde que tengo dieciocho años y sobre todo he aprendido de escuchar, de aprender música, tener inquietudes, escuchando cosas nuevas, leyendo y aprendiendo de la vida en general; porque al final esta profesión es tu prisma sobre la vida. El camino es lo que te hace aprender.
* Has sacado un nuevo disco hace justamente un mes el cual aglutina, por así decirlo, tus canciones más exitosas (Capitán Cobarde & LOs niños perdíos, Vol.1). ¿En qué momento se encuentran los discos hoy en día con la figura del single tan agigantada?
* Un disco es una colección de canciones, todas tienen que ser buenas. Hace poco estuve viendo el documental de Quincy Jones de Netflix, y como dicen los productores: ‘el disco, pero tiene que haber canciones que hagan brillar el disco’. Porque eso siempre ocurre, ¿no?. Ojalá todas las canciones brillaran igual, pero hay unas que brillan más que otras. Es así. Pero hay que cuidar el disco entero y hay que hacer un disco completo. A mí no me gusta, por ejemplo, hacer discos muy largos. Me gusta hacer una colección de canciones que todas me convenzan y todas me pongan a mí los pelos de punta porque son historias que quiero contar a la gente. No quiero meter ni una canción de relleno. A mí me gusta cuidar el disco entero. Pero, es verdad, siempre va a haber canciones que brillen más porque eso es así.
* En cuanto al concierto de esta noche, aquí en Madrid. Para ti qué significa esta ciudad, ¿es una ciudad más como otras ciudades grandes o tiene, para ti, un significado especial?
– Es especial porque entre otras cosas, en Sevilla hice un concierto o dos y después me vine a tocar a Madrid. A todas las salas: el Buho Real, la Galileo diez millones de veces… Todas las salas de Madrid… Esta ciudad es un poco el punto de partida de mi carrera. Es el centro, nunca mejor dicho. A partir de trabajar mucho en Madrid ya se abre uno a todas las ciudades, pero yo cuando chico, cuando saqué mi primer disco lo que más trabajaba era aquí. Cuando he estado con discográfica y de promoción lo que más hemos trabajado ha sido siempre Madrid. Es especial. Yo soy muy sabinero, ese punto que tiene Sabina sobre Madrid lo comparto totalmente.
* Capitán Cobarde ha ido evolucionando a lo largo de los años. Ahora si hubiera que encuadrarte podríamos hablar de folk y rock. ¿Cómo ves el folk a nivel nacional? ¿Crees que se encuentra en una tendencia ascendente o descendente en cuanto a su escucha?
* El folk ha tenido un boom muy grande a nivel mundial, ¿no?. Porque hubo una nueva ola del folk en los años 60 donde estuvo Dylan, Peter, Paul and Mary, que cogieron el folk y lo renovaron. Después, hace unos diez años empezaron a salir grupos que volvieron a recordarle a la gente los sonidos acústicos, las melodías, la música popular… Como los Munfords and Sons, los Luminers… Han hecho que el folk vuelva a explotar, ¿no?. Edward Sharpe y los Magneti Zeros… Todos estos grupos son grupos que parten del folk y han metido psicodelia… Aquí en España, hay grupos como la M.O.D.A. Para mí, es el grupo esencial para el folk nacional. Los sonidos islandeses, los sonidos de banjo, guitarras acústicas, las melodías, el rollo épico que tiene el folk, ¿no?. Muy épico y muy de calle. Música popular. Hay grupos muy buenos, ahora han salido unas niñas, se llaman The Dawlins, que son de aquí de Madrid. Yo las sigo, y son cuatro chavalas que van con el banjo, el contrabajo y van haciendo folk. Están currando desde la calle y de puta madre.
* Entonces crees que el folk está en un gran momento
* Sí, así lo creo. Yo siempre veo el folk a partir del rock. Para mí, el rock es primero la actitud, el escenario, lo que tú estás diciendo y la manera de decirlo, ¿no?. Para mí, aunque haga canciones más o menos folk en discos, en directo siempre son rock, ¿no? Aunque lleve un banjo, una bandolina… Ese punto es el que a mí me gusta. Yo soy rockero desde chiquitito.
* Por lo que sabemos de ti, tienes mucho interés por la literatura. ¿De qué manera puede un músico nutrirse de los libros para hacer canciones?
* Bueno, leer es básico, por lo menos, para conocer. Ahora hay un editorial, de la cual leo muchos libros, que es buenísima. Son libros muy frikis, se llama Blacky Books, y he empezado a pillarme libros de muchísimos autores tanto antiguos como modernos. Trabajan muy bien. Leer tiene que tener el punto que te tiene que convencer al principio, como no te convenza al principio… Están los clásicos, está la poesía, que también me ha gustado siempre… Pero, leer es básico para vivir. Porque es inquietud, al igual que la música. No sé quien dijo alguna vez, hay artistas que no escuchan ni leen. Claro que los habrá, pero esos deben ser grandes genios. Los demás nos nutrimos y vivimos de lo que hacen los demás. En mi caso, mis discos no los escucho, yo escucho los discos de los demás. Ahora, expreso mi personalidad y vivo cantando mis historias. Pero, a mí, lo que me gusta realmente es disfrutar de lo que me cuentan los demás. De Calamaro leí una vez una entrevista que decía eso: ‘yo hago el disco y ahí se queda’; ‘y sigo escuchando a Bob Dylan’.
Hoy en día hablamos de que la industria musical está cambiando: los discos cada vez se venden menos y han dejado de ser la fuente de ingresos principal, en los conciertos es donde está el soporte. ¿Cómo entiendes este cambio?
– El soporte económico para vivir es la carretera: trabajar para hacerte un público base con el que puedas vivir de la música. Los discos tuvieron un boom con la llegada del CD principios de los 90, después llegó Napster y se acabó. Se acabó aquella industria y ahora la industrial musical, para mí, es Spotify, que es lo que consume el personal; es ITunes… Hay que acomodarse a los nuevos tiempos. ¡Mi último disco lo regalo en el concierto! He pensado: esto es para la gente que me escucha, para los que de verdad están ahí… Pues yo se lo voy a regalar con la entrada. Este es un disco hecho en directo con Los Niños Perdíos, mi banda de ahora, la cual es espectacular. Unos chavales con un talento increíble que me han dado una vida… Me han puesto las pilas encima del escenario. Me han hecho sentirme muy bien. Por eso he hecho este disco con ellos. Ahora ya, para el siguiente, sí que voy a meterme en el estudio, y la gente podrá comprarlo en las tiendas. Entraré para grabarlo en febrero más o menos. Tengo ya bastantes canciones hechas. Hoy voy a cantar una canción nueva.
* ¿Todo nuevo?
Sí. Me lo va a producir Diego Pozo, el Ratón, que viene hoy también a colaborar conmigo. Viene a tocar un par de temas.
Volviendo a la pregunta, los discos son una manera de enseñar tus canciones, más que de ganarte la vida. Es una presentación. La industria de la música, más que las discográfica, son los promotores, los que hacen los festivales, esa gente son los que dan de comer a los músicos. Bueno, y por supuesto su público que son los que deciden. Uno va a un festival porque el productor ha visto que ha metido gente en un concierto y que tiene tirón. Para mí, la industria de la música es más la producción musical que la misma discográfica. Hay grupos que han marcado la diferencia, como Vetusta Morla o como los Artic Monkeys, por ejemplo, cuando salieron. También fue un poco eso. Ahora con las redes sociales, YouTube tenemos nuestro escaparate. Si eres bueno, si a la gente le gusta lo que haces y curras desde abajo… Eso esta ahí.
¿Qué opinas del cambio por el que se le está dando más importancia hoy en día a lo visual, a la imagen, a lo material, a las propias redes sociales relegando al arte, a la música y a lo verdadero a un segundo plano?
La impronta del artista, relacionado con la moda… Siempre ha existido de alguna manera, ¿no? Algunos vivimos de la carretera, del rock, y otros viven mas de la producción. Hay cosas que salen buenísimas que son producidas, y cosas que son una basura, evidentemente. Hay de todo. Yo flipo con los artistas nuevos. Me meto a ver que ha salido… Por ejemplo, ha salido esta chica catalana, Rosalía, con una producción impresionante. Eso es lo que tu hablas, ¿no? Esa imagen.
Pero en este caso, lo que nos está mostrando es bueno, es de verdad…
Con eso, al final, llegamos a una conclusión: si el fondo es bueno todo vale. Si el fondo es bueno y el producto es bueno pues pa’lante, ¿no?. Las nuevas generaciones han crecido con la producción audiovisual. Hay mucha gente que ha estudiado eso, y le apasiona. Es una forma más de vender un producto y de llevarlo a cabo. Yo respeto cualquier forma de trabajar, mientras el producto sea auténtico y transmita. Porque después ves otros artistas que tienen mucha producción y puedo llegar a ser más de mentira. Suelen ser de éxito temprano y corto. Es de otra manera. Yo siempre digo que no me dedico a eso, me dedico a otra cosa…
Después de tantos años de carrera, ¿qué sueño o qué meta aún no has alcanzado y quieres conseguir?
Esa pregunta es difícil. Lo único que quiero es seguir haciendo canciones, que no se vaya esa inquietud de sentarme en mi casa y contar una historia. Mi meta es seguir viviendo de la música tal y como hasta ahora. Es lo que me gusta. Lo llevo haciendo desde los dieciocho años. Intentar hacerlo cada vez mejor. Y seguir creciendo, leyendo, escuchando y dándole cosas interesantes a la gente para escuchar. Quizá esa es la única meta…
¿Dónde encuentra la inspiración Capitán Cobarde? ¿Cuándo escribe?
A mí me inspiran mucho mis vivencias personales. Siempre uno, aunque cuente historias, aunque cuente un cuento, como ‘el marinero que jamás dijo te quiero’, el marinero que se suicida… Parte de una vivencia interior… A mí me inspira mucho, y me gusta jugar con mis sensaciones para crear las historias. Te cuento un cuento, pero ese cuento de alguna manera lo he vivido yo. El Capitán Cobarde es una personaje que se ha creado a base de palos y que es así. Ha ido tirando de un carro, es un deslenguado y está hasta los cojones de tó. Yo no soy así, pero el Capitán Cobarde sí, por ejemplo. Yo me inspiro mucho con las vivencias personales, y también, evidentemente como hemos hablado antes, me inspira mucho otros artistas. Hay muchísimos otros artistas. Escuchar y conocer de repente a Nathaniel Rateliff. Conocer a tantos artistas que de golpe los escucho todos los días. La amistad con otros artistas… El crear cosas… El juntarme para escribir… Ese rollo me da mucha vidilla.
¿Y tienes algún momento para escribir durante el día? ¿O cualquiera puede ser bueno?
Yo cojo la guitarra… Suelo ser matutino. Soy muy de dormir. Me gusta. Hay épocas en la vida es las que ha sido todo lo contrario. Ahora me hago mi café, cojo mi guitarra y pienso: ‘a ver que coño digo yo ahora’. Sobre todo cuando terminas la gira… Porque siempre uno, tiene una canción aquí, otra allí… Pero cuando se sienta en su estudio con su guitarra, su bajo, su piano y dice: mira, voy a estar esta semana en mi casa a ver que me sale. A mí me gusta mucho eso.
Hemos hablado de bastantes grupos en esta entrevista, me gustaría saber ¿qué es lo último que tú vienes escuchando?
Tengo el móvil sin batería, si no sería muy fácil verlo. Pero, estoy escuchando mucho el For Everyman de Jackson Browne. Es un disco que tengo desde hace años. Más que nada lo llevo en el coche… He dicho antes los Artic Monkeys, su primer disco también lo estoy escuchando mucho ahora. Estoy escuchando también el Potro de rabia y miel de Camarón. Déjame que piense… Porque claro, el Spotify está siempre rulando. Lo niego todo de Sabina… El que ha producido el Leiva. Está muy bien. Me encanta como suena, porque el Leiva es un figurón, no veas que producción más buena le ha hecho. Suena mucho a Leiva, pero suena mucho a Sabina también. Después hay por ahí artistas nuevos, pero ahora no recuerdo. Gente nueva que he ido conociendo y te gustan…
Por último, en referencia a los cambios. Tú llevas una larga carrera en la música. ¿Hasta que punto el cambiar es importante? ¿Es algo positivo o negativo para un artista?
Yo creo que es cabezonería del que compone y del que hace la canción. Es un capricho lo que tú te das. Quiero hacer cosas nuevas porque hacer todo el rato lo mismo me aburre. Por ejemplo, yo me he pegado muchos años sin hacer Descuida, un tema que hice con diecisiete años, y he estado mucho tiempo sin hacerlo o haciéndole arreglos bluegrass o algo más folk. Ahora he vuelto a hacerlo. Tiene un punto Red Hot Chili Peppers. Porque me apetece, porque me pego el capricho. Los cambios son gustazos que te das en la vida. Porque si no que rollo… Ojo, a mí me encantan grupos que no han cambiado nunca. Me encantan los AC/DC. Me encantan en ese sentido muchísimos grupos. Pero, yo me aburro haciendo lo mismo todo el rato. Escucho cosas… Me sugieren… Al final la vida está para eso, para disfrutar del camino.
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