Los Planetas Zona Temporalmente Autónoma

Los Planetas – Zona Temporalmente Autónoma

Reseña por Asun As para El Mundo de Tulsa
Mientras me pinto las uñas contaré que nunca he sido una seguidora acérrima de Los Planetas. Todo tiene una explicación. Los Planetas comenzaron su andadura en la segunda mitad de los años 90 y por aquel entonces yo aún era una zagala que comenzaba su adolescencia. Si a eso le sumamos que desde que me salieron los dientes he bebido de grupos como Eagles, Boston, Lou Reed, Mike Oldfield, Mark Knopfler o Los Ilegales refuerzo el motivo de porqué para mí la banda por antonomasia del indie español me eran unos perfectos desconocidos. Me perdí el lanzamiento de su ep debut Medusa en 1993 y Dios me perdone su primer disco Super 8 (1994), cuya caratula se vistió de camiseta y sigue marcando tendencia en muchos festivales españoles. Idem con Pop (1996) su segundo largo y Una semana en el motor de un autobús (1998) cuyo disco se grabó en New York y fue elegido por la revista Rockdeluxe como mejor disco del año. A esas alturas seguramente Los Planetas ya serian la ostia y casi casi gozarían del favoritismo de la casa Real pero no sonaban Los Planetas en mis emisoras de radio favoritas y el haber crecido en un lugar donde la cultura autóctona prevalecía me mantenía ajena a este tipo de independientes. También ignoré de la existencia de Canciones para una Orquesta Química (1999), Unidad de desplazamiento (2000) y Encuentro con Entidades (2002).Hasta que llegó 2004 y me di de morros con Los Planetas contra la ley de la gravedad, último disco publicado hasta ese momento en año par.
LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE LOS PLANETAS
No recuerdo como los descubrí. Que las cosas llegan cuando tienen que llegar es una constante en la vida de cualquiera. Lo poco que había escuchado hasta el momento de ellos había sido por obra y gracia de los servicios de distribución de archivos de música e intercambio Napster, Wix, Emule, etcétera. El caso es que Los Planetas ni me emocionaban, ni les entendía. Sabía que eran icono del indie-pop y que contaban desde sus inicios con una inmensa marea de seguidores entusiastas. Eso sí que me parecía admirable. Corría el año 2014, Los Planetas contaban entre sus últimos trabajos con La Leyenda del Espacio (2007), primer disco publicado en año impar, donde varias canciones del disco ya adaptaban palos flamencos a estructuras del rock y contaba con la colaboración de Enrique Morente. Principios Básicos de Astronomía (2009) y Una Ópera Egipcia (2010) su octavo disco de escucha aflamencada y distraída. 
Corría el año 2014 y Sonorama anunciaba entre otros a Los Planetas. La banda había roto su contrato con Sony, ya no trabajaban por encargo, y ya habían anunciado que en un tiempo no harían nada, así que incluir a los granadinos en el cartel era un éxito que confirmaba la asistencia de los más indecisos. Por términos generales pareciera y parece que si un festival no confirma a Los Planetas en su cartel este fuera mediocre convirtiéndose en el summum de los festivales si están incluidos en el. ¿Hay vida después de Los Planetas? La respuesta es SI, y así el tiempo lo ha demostrado. El 13 de agosto de 2014 sus majestades Los Planetas ponían pies en tierras arandinas. Era miércoles y para muchos aún no se daba por inaugurado el festival. Actuaban y Aranda se llenaba de sedientos súbditos dispuestos a darlo todo. Yo me encontraba entre ellos pero mi interés era más bien por puro entretenimiento. El afincarme en uno de los lugares donde se celebra uno de los mejores festivales de música de la escena española ha tenido mucho que ver que ya en el pretérito y en el presente haya hecho parada y fonda en todos los discos publicados por ellos. Me encontré con Jota en el recinto. A cierta distancia y con aspecto preocupado observaba el escenario al que no tardaría en subirse. Más que observar analizaba. Aún hay quien me recrimina el mutismo de tenerle a mi lado y no decirle nada, pero es que todos sabemos que Jota no tiene fama de ser muy simpático.
Dicen los más entendidos que dieron uno de sus mejores conciertos. Que su cancionero fue envolvente, que tocaron Que Puedo Hacer y que hacía años que no la tocaban, que sonaron puturrú de Fua y que no fueron del todo antipáticos. Dos horas de repertorio que me cayeron como una losa. Su público fue lo que más me gustó del concierto. Creo que no hay otro público como el de Los Planetas. Había gente que venía desde muy lejos retomando viaje de vuelta inmediatamente. Sus canciones, victimas del manoseo colectivo fueron coreadas, alzadas y elevadas por una marea underground que emocionada se dejaba llevar olvidándose en dónde se encontraban. Eran Los Planetas endiosados y lo que provocaban entre sus discípulos lo admiraba… y porque no decirlo lo envidiaba. Yo era incapaz de sentirlo. 
Y que mejor para acabar este circunloquio que añadiéndole unos granos de sal a la cháchara. Los Planetas y ese followship extremo hasta tal punto de amarles u odiarles donde la conducta del líder no depende de la conducta de sus seguidores. Y ese Juan Ramón Rodriguez Cervilla, Jota para los amigos, excelso de actitud presuntamente arrogante. Un sociólogo insociable encantado de haberse conocido. 
Y en palabras de Jota; “El artista vive del público, pero yo no vivo para el público. No sería capaz de sacrificar tanto. Yo intento explicar mis ideas y mi forma de ver la vida a quien le interese. Si es a mucha gente pues bien, pero si es a poca que le vamos a hacer. Con que le llegue a una persona es suficiente, porque esa persona moverá el mundo” 
O lo que es lo mismo… dame pan y dime tonto.
ZONA TEMPORALMENTE AUTÓNOMA
Zona temporalmente autónoma es el título del nuevo álbum de los Planetas. Se publicó el 24 de marzo de 2017 por su discográfica El Ejército Rojo y El Volcán Musical. Fue el álbum más vendido en iTunes España el fin de semana de su edición y segundo álbum más vendido en España en la primera semana. Desde que se publicó ZTA se ha dicho de todo. Desde que es una letanía autoparódica y un disparate político hasta que podían contratarles para cantar en las misas que retransmite la 2. Ahora más que nunca se les tacha de sobrevalorados recalcando que Zona Temporalmente Autónoma es el peor disco de su historia. Siete años obstinados poniéndole velitas a la Virgen para que lanzaran algo nuevo y cuando lo hacen se caen las devociones al suelo. Taza y media de disgustos se han llevado más de uno. Suenan tambores de guerra, el gallinero se ha revolucionado. ¿La razón? Pues no es otra más que la de que Los Planetas han llegado a sus 25 años de carrera y lo celebran haciendo lo que les apetece. 
Que ZTA toque muchos palos aflamencados ha sido objeto de toda crítica. Que Soleá colabore en el también. Para mal o para bien ZTA ha estado en boca de todos, incluso en la de aquellos que no ven más allá de su nariz y han caído en odiosas comparaciones. Sobre la incorporación del flamenco a la música de Los Planetas ya comentó Jota después de su último álbum del 2010 que para el siguiente tenían pensado seguir avanzando en la idea de integrar su sonido con el flamenco de la misma manera que lo hicieron en Una Ópera Egipcia. Secundan la idea de que el Rock and Roll es un palo flamenco y que llevan años haciéndolo sin que lo notemos. Creen a pies juntillas que lo que hacen es un pop normal y que en realidad sus canciones están dentro de la cultura andaluza desde siglos atrás, variando únicamente su armonía entre el flamenco y las músicas populares europeas en acorde. En otras declaraciones Jota diría que cualquier artista que quiera mantenerse activo tiene que hacer cosas nuevas, no pudiendo estar siempre haciendo lo mismo. Y es aquí cuando Zona Temporalmente Autónoma sale a escena. 
El título del noveno álbum de Los Planetas toma el del manifiesto del ensayo escrito por el anarquista neoyorkino con pseudónimo Hakim Bey cuya obra intenta conducir al lector a la conclusión de que la mejor manera de crear un sistema de relaciones sociales antiestéticas es concentrarse en el presente y liberar la propia mente de los mecanismos que han sido impuestos sobre ella. En la música las multinacionales juegan un papel importante, definiendo la banda que el indie ha sido la única cultura de resistencia de los noventa que no ha podido ser absorbida por el poder del sistema, por lo que se entiende que Zona Temporalmente Autónoma permanece fuera del circuito establecido. El nuevo disco de Los Planetas no plasma en sus canciones algo que es o que deberían de ser, sus letras sobresalen en una realidad que está sucediendo en tiempo y en espacio, una especie de auto organización social que evita ser objeto de atención mediática mainstream. 
Catorce canciones me reconcilian y dan forma a Zona Temporalmente Autónoma. Un primer beso en los morros con Los Planetas.
Islamabad es la capital de Pakistán y también el tema que abre el disco. Para ir a Islamabad gire la primera a la izquierda. Está compuesto por Jota y Yung Beef, granadino y cantante de trap. Y aunque dicen que está basada en Ready pa Morir del mismísimo Beef en realidad es una obra autónoma de hip-hop. Solamente el final de Islamabad coinciden con algunas letras del Ready pa Morir las cuales encajan a la perfección con el azote político que Jota quiere transmitir. Llama la atención la manera que tiene Jota de cantarla, pareciera un maki-navaja del sur, conviviendo Islamabad en diglosia con el resto de los temas. Que Soleá Morente lleve la voz en Una Cruz a Cuestas reformulando los versos de un fandango de Manuel Vallejo no ha gustado a toda la people y ya no me refiero a los haters sino todo lo contrario. Nunca llueve a gusto de todos. Más de lo mismo con Soleá, el tercero en discordia, un tema lento, lineal y pausado cuyas guitarras mezclan el rock con las raíces árabes y andalusís recordándome a Medina Azahara grupo también granadino y sobradamente conocido. Seguiriya de los 107 faunos sigue los mismos pasos procesionales que los anteriores en cuanto a lentitud en su progresión. Es una reversión de la soleá y la buleria del tema Por ir a comprar compuesta por el argentino Juan Pablo Bava quien en una entrevista explicó que Jota le agregó a Facebook y le contó que había grabado un tema que tenía la melodía del tema compuesto por él y que luego le envió un audio cantándolo a capela. Le gustó. En un principio quería grabarla con Los Faunos pero finalmente se pusieron de acuerdo y la pudieron incluir en el nuevo disco de Los Planetas. Y es que al parecer Por ir a comprar está inspirada en Los Planetas. Seguiriya de Los 107 Faunos ya cuenta con un video grabado en directo en Granada por Carlos Díaz de cuya realización se ha encargado Adrián Nieto Maesso. Cinco temas han tenido que pasar para que Zona Temporalmente Autónoma comience a cerrar bocas. Hierro y Níquel suena a Los Planetas de siempre aunque está basado en soleares de Aurelio Sellés y Manolo Caracol. Desde el primer acorde hasta el último el tema se arrastra en la desesperación y en el amor. “Que la ausencia causa olvido dicen los sabios doctores que la ausencia causa olvido yo soy uno que no puede olvidar que te ha querido.” Preciosa estrofa. Me viene May a la cabeza. Porque me lo digas tú se desprende de orgullo también a ritmo de soleares dejando paso a Libertad para el Solitario que refleja el gen anarquista de los gitanos que desafían la ley. Otra zona temporalmente autónoma que sigue latente.
La Gitana, basada en el poema del mismo título de Aleister Crowley. Un tema místico y esotérico que raya la psicodelia. Los Planetas se bajan al moro con Ijtihad agradeciéndoles su llegada después de los casi seis minutos que dura La Gitana aunque si tuviera que quedarme con uno me quedaría con la anterior ya que Ijtihad aunque tome parte de la letra de Pixies y se pierda en palos festeros del flamenco me astía, me parece monótona y repetitiva, no he contado las veces que dice “hermanita vente conmigo” en la composición pero se hace redundante y aunque la trama de la canción es divertida y aventurera uno desea que acabe y empiece la siguiente. Y la siguiente no es otra que Espíritu Olímpico, el tema más pegadizo y romántico del disco. Inspirada en tangos granaínos cuenta con la colaboración de Ana Fernández de La Bien Querida, aportando ese toque sonoro tan personal al que nos tiene acostumbrado. A Zona Autónoma Permanente le toca el tema número once y le toca la fibra sensible también. “Llegará el día que podamos celebrarlo, estar para siempre juntos, para nunca separarnos” de la boca de un Jota desprendido de coraza de acero. 
Para poder apreciar cada sonido de ZTA es necesario por no decir obligatorio enchufarse unos cascos y subir el volumen. Sobre todo en Amanecer, donde Florent con su guitarra, Eric con su batería y Jota con su actitud impasible ante la desgracia se hacen con el tema dando paso a Hay una Estrella el tema nana-acústico del disco lleno de buenas intenciones. Zona Temporalmente Autónoma termina con Guitarras Rojas aceptándola como tema ideal para acabar un disco y también un concierto. Una guajira adaptada de la canción homónima del artista argentino Martín Castro. Si hay algo que llamó la atención al grupo de esta canción fue su letra. 
Los Planetas se han vestido de negro se han puesto sus gafas oscuras y se han ido por peteneras. Han sacado los pies del tiesto y han mirado de soslayo las pataletas provocadas a sus fans más fervientes. Si tuviera que quedarme con tres temas eligiria Hierro y Níquel por el aroma que desprenden sus letras, Espíritu Olímpico por recoger el guante de Ijtihad y hacer que quiera escucharla en bucle y Amanecer por identificarme con ella y ofrecer la oportunidad de ver a un Jota humilde. 
Tal vez el nuevo disco de Los Planetas no sea en contenido el más esperado por sus fans, pero en él la banda demuestra claramente que ha evolucionado. Ya no tienen veinte años, y aunque veinte años no son nada si son decisivos a la hora de crear y hacer lo que a uno le gusta y eso es precisamente lo que han pretendido con Zona Temporalmente Autónoma, lejos de colisionarse hacer lo que les sale de dentro, como les apetece y cuando les ha dado la gana. Y es que Zona Temporalmente Autónoma es un álbum como la copa de un pino creado en imagen y semejanza por unos Planetas rebeldes encantados de haberse conocido.
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