Entrevista a Scott McLain por M.M.O para El Mundo de Tulsa

El músico americano residente en Córdoba, Scott McLain, publicaba en diciembre de 2017 su primer álbum de estudio. Un trabajo discográfico, de título «Multitudes» (autoeditado), grabado y mezclado en El Cambumbo Records (Córdoba) con la coproducción de Nacho Papote Pérez.

Un disco, lanzado gracias a una exitosa campaña de micromecenazgo, formado por cuatro remezclas del primer EP de Scott (“Midwestern Boy”) y seis composiciones totalmente nuevas. Diez canciones en inglés, excepto “Princesa de (las) multitudes” y «El viento del más allá».

Mezcla de rock, folk, blues y country, «Multitudes» ofrece por un lado guitarras eléctricas muy potentes en canciones como “Little Stalins” y “Don’t Put Me Down”, y por otra parte guitarras acústicas y pedal steel en composiciones como “Merry Christmas Sara” y «The First Time«.

¿Quién es Scott McLain? 

Scott McLain es un músico “born in the USA» españolizado.

¿Cómo defines tu música?. 

Una amalgama de rock, folk, blues, country y amor

¿Cómo surge «Multitudes»?

“Multitudes” es la materialización de las ganas que siempre he tenido de grabar un álbum con mis propias canciones.

¿Qué te ha aportado tu unión artística con Nacho Papote Pérez, coproductor del disco?

Muchísimo. Nacho y yo tocábamos juntos en el grupo D.Donnier and his Bones y siempre hemos congeniado bastante musicalmente. Trabajar juntos en este proyecto ha sido fundamental para conseguir el sonido que buscábamos. No depender de estudios ni de músicos externos ha hecho que podamos dejar el disco reposar un par de semanas y tener tiempo para pensar y pulir los últimos detalles.

¿Qué diferencia hay entre las cuatro canciones del EP «Midwestern Boy» incluidas en «Multitudes» y las nuevas composiciones?

Los seis temas nuevos de “Multitudes” tienen más variedad estilística y lírica. “Too Much Empathy”, por ejemplo, es una canción acústica y folclórica, mientras que “Little Stalins” tiene un sonido de rock muy duro y, en lugar de transmitir un mensaje de amor, habla de la ira contra aquellos que pretenden coartar la libertad de expresión.

¿Qué temas tratan las canciones de «Multitudes»? 

En todo este trabajo hay un hilo conductor: el tema universal desde mi punto de vista: el amor Sin embargo, hay matices y subtemas aislados, hay rabia y otras emociones igualmente intensas. Supongo que en general “Multitudes” trata de aquello que me hace sentir y me hace pensar.

En el disco hay una canción, «El viento del más allá», en la que hablas de la búsqueda de lo inefable. ¿Qué significado tiene Dios en tu vida? 

Yo entiendo a Dios como lo entendía Santo Tomás de Aquino: el summum bonum; es decir, el ser necesariamente perfecto en todos los sentidos. Pero si hablamos de significado personal, para mí es un puzle filosófico sobre el cual es interesante reflexionar, aunque entiendo que para muchísima gente Dios es la razón de su misma existencia. Dudo mucho que eso vaya a cambiar y creo que es bueno que no cambie. Es la multiplicidad de ideas y creencias lo que enriquece el mundo.

También has incluido dos canciones en castellano, ¿qué te proporciona esta lengua?

El castellano es el idioma que uso en mi día a día, más que mi lengua materna. Escucho mucha música en español y hay muchos artistas hispanohablantes a los que considero influencias. Por ello, de vez en cuando hay melodías y mensajes que, al menos para mí, suenan más naturales en español.

Eres jefe de estudios del departamento de idiomas del Instituto Alcántara. Como profesional, ¿qué pros y qué contras destacarías del inglés y del español como lengua para la letra de una canción? 

El inglés, al ser un idioma con morfemas más cortos y muchos verbos frasales, es un idioma ideal para ciertos géneros musicales populares como el rock o el blues. El español, en cambio, posibilita la variedad de rima debido a que casi cada sustantivo termina en una vocal. Supongo que para mí estas son las principales razones que recomendaría tener en cuenta a alguien para escoger uno u otro en según qué canción, aunque para mí suele ser una elección más intuitiva y debida al mensaje que quiero transmitir.

Hace diez años que vives en Córdoba, ¿qué te trajo a la ciudad? 

Solicité una beca para enseñar inglés en centros andaluces y la suerte me destinó a Córdoba capital. Debido a mi procedencia, los idiomas eran mi puerta de entrada a este país, pero debo confesar que la motivación no radicaba en encontrar un puesto de trabajo, sino más bien un cáliz donde verter y dar forma a todas esas inquietudes que siempre he tenido conmigo.

¿Qué te ha dado Córdoba? 

Muchísimo, a todos los niveles. Las cosas más importantes. Esas que no cuestan dinero, pero tienen un valor incalculable: muy buenas e interesantes amistades con personas de todo el planeta (Córdoba es una ciudad mucho más globalizada de lo que puede parecer en un primer momento), una cultura musical más personal y madura, y amor. Y algo que quizás no habría encontrado en mi tierra natal: el bienestar de saberse en el lugar al que uno siempre perteneció.

¿Cómo ha influido la ciudad en tu música? 

En el escenario me siento mucho más confiado y seguro. Esto es gracias a todos los bolos que he tocado estos últimos diez años. A esto han contribuido una infinidad de noches de jam session en el Jazz Café, así como mi capacidad de improvisación y de fusionar mi performance con la de otros artistas con total naturalidad.

¿Qué destacarías de la escena musical cordobesa? 

En el panorama del pop rock hay muchas bandas muy buenas. De hecho, tengo el placer de tocar en la mejor de ellas: D.Donnier and his Bones. No todo el mundo tiene la oportunidad de ser parte de un grupo grande y bueno de verdad, y por ello siempre les estaré eternamente agradecido. También hay un grupo joven muy bueno que se llama Sun Orphans; tocaron conmigo en el concierto de presentación de “Multitudes” y los recomiendo muchísimo.

Has comentado en más de una ocasión que en tu graduación universitaria tocaste la canción «Reconstrucción» de Xoel López, ¿qué te transmite la canción?

Es una canción muy apta en momentos de incertidumbres y cambios profundos en la vida, como fue mi caso cuando me gradué en la universidad y decidí dejarlo todo para venir a vivir a España.

¿Qué destacarías de Xoel López como artista? 

Yo destacaría su integridad artística y el compromiso que tiene con su música. Hay que reconocer que cuida muchísimo sus letras (el año pasado publicó un poemario, de hecho). Obviamente, cada uno debe hacer sus propios juicios, pero desde mi punto de vista es uno de los mejores artistas con los que cuenta el panorama musical español en este momento.

¿Qué relación artística mantienes con él? 

Cuando viene a Córdoba a tocar, normalmente tocamos un par de canciones juntos. Espero volver a verle el año que viene.

El pasado 24 de marzo presentaste el disco en Góngora Gran Café, ¿qué recuerdas del concierto? 

Para mí fue un concierto inolvidable, con un público muy entregado y una atmósfera que prometía traer consigo una noche mágica. No podría haber sido mejor. Aunque creo que la crónica audiovisual que hizo mi amigo Teo Martínez lo resume de una manera más bella y más allá de las palabras.

¿Qué opinas de la recepción que ha tenido el disco? 

En general, las críticas han sido muy positivas; a la gente le han gustado mucho, sobre todo por la producción y la variedad de canciones. Los donantes del micromecenazgo me han comentado que la espera ha merecido la pena. He conseguido aquello que me proponía desde un primer momento: compartir y transmitir. Así que no podría estar más satisfecho.

¿Qué fechas de concierto tienes programadas? 

En dos semanas voy a tocar en la feria de Santiago de Calatrava, Jaén. No obstante, creo que este verano voy a enfocarme más en componer y escribir. Es lo que el cuerpo me pide ahora mismo, después de un invierno de producción y conciertos. Me gustaría dar más conciertos con banda a partir de la llegada del otoño, pero ahora reconozco que es momento de estar conmigo mismo.

Contratación Scott McLain
johannasnothere@gmail.com

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