THE WILDER COMPANY presenta su primer trabajo homónimo
Reseña por Asun As para El Mundo de Tulsa
Puede que a voz de pronto decir que existe una banda que se llama THE WILDER COMPANY resulte desconocido. Pero si digo que de The Wilder Company suena a banda sonora de películas de vaqueros del sábado por la tarde y que su estilo se ve influenciado por músicos como Townes Van Zandt, The Band o Tom Petty, puede que el asunto trascienda.
THE WILDER COMPANY es el propósito de Arnau Coderch, que después de varios años tocando con bandas de varios estilos (punk, hard rock, garaje…) decidió emprender su proyecto en solitario. Ese proyecto dio a luz un EP, y en 2015 después de pasar unos meses en Texas componiendo y tocando como artista callejero, consiguió, arropado por Edu Bonet y Jordi Vila y más tarde por Albert Casellas y Jep Villaplana dar forma a ese proyecto. Tras lanzar un crowfunding que lograron con éxito, en otoño de 2016 publican como banda su primer disco homónimo con el que sacan un buen puñado de conciertos consiguiendo así su consolidación como banda. En marzo de 2017 entran en los estudios Ground de Cornellá de Terri para reeditar su disco añadiendo dos temas más.
El disco está formado por once canciones Alt- Country donde el folk, el rock y el country se fusionan haciéndote retroceder hasta los setenta. En las primeras canciones de The Wilder Company aparecen armónicas que se mezclan con guitarras eléctricas, teclado contundente, baterías potentes y bajo para crean un sonido fuerte y dinámico. Tampoco los de Girona han querido dejar olvidado el Blues Country acústico y lo hacen con destreza en Gone , el sexto tema del disco, donde la guitarra y la intrusión de una filarmónica temblorosa hacen callar por momentos la voz rota de Arnau, letrista, cantante, compositor y guitarrista de la banda. Escuchando las canciones del primer disco de THE WILDER COMPANY es inevitable no imaginarse en cualquier “saloon” rodeado de bailarines burlescos que toman cervezas mientras bailan en línea en alguna barra olvidada ocupada por tristes forasteros que no dejan de pedir whiskies al camarero.
En el primer largo duración de los catalanes también hay lugar para el romanticismo en Fare Thee Well donde la voz desgarrada de Arnau se acerca nuevamente a la melancolía para dejar paso al medio tiempo rockero de Song To Death y acabar con la pegadiza Eyes of the Cat que bien podría haberla compuesto el mismísimo Johnny Cash.
No sería muy ortodoxo proclamar a The Wilder Company únicamente como banda de country pues como ellos mismos confiesan mezclan en su primer disco con muchos estilos. La portada es obra de Iban Sainz, ilustrador de las portadas de varios libros de la editorial Dirty Works. En ella aparece un búho, cuyo símbolo es adoptado como tótem por Arnau debido a su vinculación con la naturaleza.
En definitiva, la carta de presentación de THE WILDER COMPANY es exquisita. En su disco han querido transmitir con que conectan cuando escuchan y tocan la música con la que se sienten identificados. Han creado un trabajo lleno de influencias folk-rock, romántico y místico que se traduce en música cruda, sin pretensiones y con un lenguaje real como la vida misma. Once canciones apasionantes que como muy bien ellos comentan, son canciones escritas para rodar en la carretera y llorar sobre tu cerveza.
Goin’ Downtown
Forgotten Heroes
Cigarettes in the Morning Sun
To Break a Heart of Stone
Monterey
The Gone
Lil’bird
Sweet Madness
Fare Thee Wel
Song To Death (tema Extra-Inédito)
Eyes Of The Cat (tema extra-inédito)
Contratación The Wilder Company
thewildercompany2015@gmail.com
696622311
Incluye los dos temas inéditos