Crónica Zaragoza Psych Fest 2016

 

Este fin de semana ha tenido lugar en Zaragoza el ZGZ Psych Fest, festival organizado por el colectivo Analog Love, con el que nos hemos sumergido en los sonidos psicodélicos que surgieron a finales de la década de los 60 y principios de los 70.

A las seis de la tarde del viernes empezaba ya la programación de actividades con dj’s y conciertos que se repartieron entre el interior de la Sala Las Armas y el escenario exterior, esto hacía que pareciera un festival más al uso, con dos escenarios.

Uno de los primeros en actuar fueron los valencianos Ghost Transmission de sonido shoegaze y reminiscencias a grupos como The Raveonettes, que no lograron atraer mucho público.

Tras ellos, en el escenario de calle les tocaba el turno a los edimburgueses The Valkarys que supieron hacer mucho más llevadero el calor de la tarde con su mezcla tranquila de garage y psicodelia.

El menú nocturno comenzó con los aragoneses My Expansive Awareness y su neo-psicodelia, que puede resultar un poco repetitiva pero al final deja buen sabor de boca.

Llegados a este punto, pasamos a los platos principales: dos bandas extranjeras con amplia trayectoria a sus espaldas.

Los daneses The Wands realizaron un concierto de canciones de larga duración muy en la línea de los temas más densos de la psicodelia americana pero alternados con temas más enérgicos e incluso bailables. La voz de su solista Christian Skibdal recordaba en muchos momentos a la de Brett Anderson y te transportaba a los 90 de un plumazo.

Desde Alemania venían Vibravoid, los más veteranos del día. Con una luz muy tenue y sólo con las proyecciones del video dj Héctor De La Puente de fondo, nos imbuimos en el sonido más puro de psicodelia, que puede hacerse un poco difícil de masticar si no estás acostumbrado a él. Como tema central del concierto hicieron una versión de la conocida In-A-Gadda-Da-Vida de Iron Butterfly de unos 17 minutos de duración (sí, puede dejarte noqueado). 

El segundo día del festival empezó al mediodía con un vermú psicodélico y mercadillo mientras los Analog Love dj´s y Simón 68 se ocupaban de que los asistentes se divirtieran aunque el calor apretase con fuerza.

One Dimensional Band y Celica XX fueron los primeros conciertos de la tarde y no tuvieron mucha afluencia de público. Sí, estamos en Zaragoza, nuestro clima es difícil y cuesta salir a ver un concierto al aire libre a las siete de la tarde.

Los madrileños Baywaves, un grupo muy joven con un sonido noisepop y mucha actitud lograron que el escenario exterior estuviera más concurrido que en el día anterior.

Ya llegada la noche, nos trasladamos al escenario principal para ver a los californianos LSD & The Search For God. Muy en la onda shoegaze de My Bloody Valantine o Slowdive. Fueron demasiado densos y tuvieron algún percance (una cuerda rota) mientras actuaban, que hizo que todo se desarrollara todavía más lentamente. Por ello, mucha parte del público comenzó a salir de la sala para tomar aire.

Los siguientes en actuar fueron los alemanes Okta Logue, todo un descubrimiento. Consiguieron meterse con facilidad a todo el público en el bolsillo. Primero porque el solista salió al escenario con una vieja camiseta de Aguado del Real Zaragoza y segundo porque consiguieron animar al público con sus solos de guitarras, la voz de su solista (que recordaba a Alex Turner) y sus temas mezclados con algún repunte electrónico.

Sobraba tiempo porque los italianos Go!Zilla no tocaron, así los de Frankfurt pudieron hacer varios bises para un público muy entregado. Sin duda, el mejor concierto del festival.

Como no sólo de conciertos vive el hombre, los dj´s también fueron parte importante del festival. Destacando Edu Lobo con su set de temas de la parte más divertida y bailable de la psicodelia puramente 60s y Maicol, que convirtió la sala de Las Armas en una rave psicodélica.

Una afluencia mayor de lo que estamos acostumbrados en Zaragoza para este tipo de festival, nos hace pensar que al Psych Fest le quedan todavía muchas ediciones por delante. Y nosotros, como público estaremos encantados de que sigan creciendo y mostrándonos propuestas tan diferentes e interesantes. Crónica por Patricia Anadon para El Mundo de Tulsa.