Entrevista a Automatica, proyecto liderado por Javier Esteban.

– ¿Dos años después de tu primer trabajo, pandemia mediante, ¿qué ha cambiado respecto al primer disco?

El primer álbum sirvió para conseguir desarrollar el ejercicio de aprender a expresarme de una nueva manera para mí, que es la música instrumental. Y, a la vez, desarrollar un sistema de trabajo, de creación y de obtención de un sonido propio. Sin ese primer álbum hoy no tendríamos esta nueva obra. La más personal de toda una carrera dedicada a la expresión musical en varios proyectos. Así se ha producido un disco distinto en tanto que, al tener ese sistema acompañado de unas claras pautas de trabajo, ha sido posible el poder profundizar más en las sensaciones que, convirtiendo mi estudio en un laboratorio, he podido aportar a la parte más técnica un carácter, digamos, más espiritual, más orgánico, más texturizado… …menos sintético, si cabe.

– Un álbum siempre supone un gran esfuerzo en todos los sentidos, ¿qué ha impulsado este salto?

Se me hace imposible concebir la idea de álbum sin el concepto «cocido a fuego lento» que, con una infinidad de aderezos, den como resultado algo único. Vivimos unos tiempos en los que poniendo una canción de un artista mainstream podríamos definir cuál es la tendencia musical de esta época. Es por ello que mi esfuerzo está totalmente centrado en imaginar cómo se creaban los discos en aquellos pretéritos tiempos, en los que cada artista e incluso cada disco, tenía una esencia y un carácter totalmente distinto al resto.

– Esta nueva producción, Music for a Real Dystopia, supone un paso más allá frente a Automatica. Me resulta un trabajo más maduro y redondo. ¿Qué has incorporado en esta segunda entrega?

Como ya hemos ido señalando en lo que llevamos conversado, este álbum ha supuesto un esfuerzo por conseguir llevar todas las sensaciones personales de un momento, a través de una música llena de texturas y de distintos relieves a lo largo de un plano con un inicio y un final. En este caso he querido contar la historia, tan real como increíble, de la que todos hemos sido testigos durante estos dos últimos años, que se mezcla con utopías modernas de felicidad organizada.

– ¿Podríamos hablar de nuevas influencias?

Considero que, siendo como soy, un ser inquieto por descubrir nuevos proyectos y nuevas músicas por conocer y disfrutar, las nuevas influencias siempre están presentes, lo quiera o no… …jejeje. Conscientemente no intento expresar influencias claras, aunque sí podría remarcar que, con sutileza y en forma de pequeños guiños, he querido homenajear en ciertos pasajes a artistas que han tenido algo de importancia por mi amor por la música.

– Entrevemos referencias y paisajes sonoros claros. ¿Cómo los describirías siendo el autor y productor de estas obras?

En mi afán por crear un álbum indudablemente conceptual que pudiera servir de «banda sonora» de un momento, esa confección de escenarios y paisajes en forma de música instrumental se convertía en una labor necesariamente quirúrgica.

– ¿Qué feedback has recibido de los oyentes?

En términos generales, me ha sido transmitido algo muy parecido a lo que tú mismo has expresado con anterioridad: «un disco más maduro y redondo». También ha sido recibido como un extra interesante la importancia que hemos dado al bajo en general.
Realmente estoy muy contento con la acogida y la satisfacción, ya en lo personal, de haber cumplido con creces el objetivo que me planteé cuando decidí crear esta segunda aventura para Automatica.

– Siendo este un trabajo conceptual y muy personal, ¿lo entiendes como un plus o un contra?

En un tiempo de pensamientos únicos, en que la palabra es considerada como un arma y en el que se dota de más peso a la libertad de condena que a la libertad de expresión, expresarme a través de la música instrumental cobra una importancia liberadora, para mí, bastante potente. Quizá hoy podría desdecirme de algunas cosas o letras que escribí en el pasado. Y, sin duda alguna, lo que hoy soy tiene una base en ese pasado. Lo cual no tiene ningún problema para mí. Pero, para otro, siempre podrá ser tomado, interpretado, e incluso, utilizado en conta mía. Consciente de esto, puedo dotar a este álbum, en concreto muy crítico, de una importancia en mi carrera como artista altamente relevante.

– ¿Cómo encuadrarías tu obra y tu música en general dentro del panorama musical actual?

Me siento muy alejado de la imposición de las modas, de este «McMundo de pan y circo romano», y debo decir que, en esta etapa de mi vida, al único al que procuro contentar y seducir con mi música es a mí mismo. Siento este reciente álbum como un buen trabajo porque sé que lo he conseguido, y por ello abrazo todo tipo de crítica o muestra de indiferencia de aquel que ose realizar «el viaje» a través de mi nueva propuesta.

– En este momento, en el que la música parece estar ligada a las redes sociales, ¿cómo interpretas este binomio? Para algunos parece una oportunidad, para otros una pérdida creativa y de honestidad.

Es posible que esta sea la parte que peor llevo de este nuevo escenario musical de hoy.
No podemos negar que las RRSS son una increíble oportunidad como escaparate para hacer visibles los proyectos que no tienen un respaldo puramente comercial.
Siempre habrá perfiles que se sientan muy cómodos expresándose y mostrándose a través de este universo virtual del que muy pocos, y entiéndase la paradoja, escapan de sus «redes». En mi caso procuro mantenerme en una línea, lo suficientemente ajustada, para que no me saque de lo esencial y lo verdadero, y, sobre todo, que no me saque del «foco».

– ¿Cuáles son los planes del proyecto a corto y medio plazo?

El proceso de creación de un álbum y conseguir terminarlo, para mí, es algo que conlleva un desgaste tremendo. Hoy me encuentro en esa fase de descanso necesario y de estudio cerrado y precintado, ejeje. Al ser consciente de la intensidad de mis aventuras musicales, ahora sólo puedo contar que no me voy a volcar en algo nuevo hasta que no tenga un objetivo claro y que sea capaz de hacerme poner la maquinaria en marcha.

– ¿Qué te gustaría alcanzar o conseguir con Automatica?

Automatica es mi nuevo medio de expresión artística y, con total seguridad, el más personal que jamás he tenido. Con esto quiero decir que, de base, ya he conseguido todo cuanto podía desear con este proyecto para seguir animado a continuar. Si queremos meter en la ecuación el papel, no menos importante, que puede jugar el público, no puedo anhelar otra cosa que seguir llegando a todo aquel que sea capaz de ver como un regalo de la vida el poder disfrutar de la música que un servidor hace con este proyecto.

– Por último, querríamos preguntarte acerca de lo último que vengas escuchando y recomendarías a nuestros lectores.

Pues, ando siguiendo la carrera en solitario del gran Gustavo Cordera, el que fuera líder de la Bersuit. Un tipo sin pelos en la lengua, provocador, y que es muy capaz de dar arte también de esta ambigua realidad

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