Reseña del nuevo disco de Ambros Chapel «The Last Memories»
Este disco fue Grabado y mezclado por Facundo Novo en Novoestudios, y masterizado por Mario G. Alberni en Kadifornia Mastering, y distribuida por Munster Records tanto nacional como internacionalmente. La formación la completan Pablo Casero (voz y guitarra), Alfred Sanchís (bajo), Óscar Vadillo (guitarra solista) y Jose Rodríguez (batería) no solo se conforman con editarlo en formato físico si no que lo sacan en vinilo con una edición numerada y limitada.
Seguro que mis vecinos piensan… ¡no, otra vez no! Y yo, haciendo alarde de un inusitado poder dictatorial, en lo que en cuanto a música se refiere, escucho por vigésimo cuarta vez el tema Broken Dice. Y no es que no escuche las demás, pero es que, es, en este tercer tema donde me introduzco en un trance que me atrapa hasta el final del disco.
Dándole una escuchada rápida a sus cosas anteriores encuentro este último LP como una prolongación natural, llegando a un sonido menos “The Cure” y más “Ambros Chapel” mucho más sencillo (tomando sencillo, con el mejor de los sentidos posible) y que nos llega mucho más adentro. Quizá sea mi impresión, pero he encontrado este “The Last Memories” empático y cercano.
El cuarteto valenciano nos deja escuchar alguna balada semi-acustica con un toque oscuro si le damos al play a «I don’t» o «Lonely fair», o una extraña mezcla terror-psicodelica titulada «Brazil» con unos tintes tribales que van ganando fuerza en función que avanza el tema.
Aunque lo que evidentemente predominante en su largaduración es el rock oscuro; «X» o «Cellophane» es buena muestra de ello. Nos regalan pedacitos maestros como «Situation” y «Solitary man» dándonos un poco de luz y dejándonos coger aire.
Disponemos de ambientes que nos acercan a clímax de oscuridad, con guitarras suaves y con sonidos y arreglos que contrastan luz y penumbra, y no quiero parecer loca, pero incluso me parece percibir cierto aire pop de luminosidad velada, ordenados efectos y una desenvoltura musical excepcional (bajo, batería y guitarras magnificas).
The Last Memories es un buen disco, y si mi trabajo fuera adivinar el futuro como una pitonisa auguraría que aún le quedan muchos éxitos que cosechar, sobre todo si continúan por esta vereda, disfrutando y haciéndonos disfrutar al resto. Algo que ya quisieran muchos de sus contemporáneos.