Reseña por Manu López para EMDT
Desde Astorga (León) encontramos a Pandorado, un grupo de cinco amigos (Ulpi Fernández, Luis Miguel Maestro, Nacho Méndez, Oscar Morán y Pablo Rubio), quienes nadando entre las aguas del rock, pop, indie, e incluso noise, nos traen su primer disco, Seres (2019). Este contiene diez temas en castellano de larga duración, los cuales han sido grabados en el estudio El Lado Izquierdo por Manuel Cabezalí de Havalina, quien ha participado a su vez en proyectos como Zahara, Russian Red o Alex Ferreira entre otros muchos. Del mismo modo, Dany Richter (Chistina Rosenvinge, Julio de la Rosa, Marilia, Beluga…) trabajó en la grabación en calidad de ingeniero de sonido. Ambos también tomaron parte en algunas de las canciones del disco. Por último, el diseño del arte corre a cargo de Sara Ferro, artista leonesa emergente.
Pandorado comienza su andadura con Despierto, una de sus canciones más contundentes del trabajo. Atmósfera y ritmo eléctricos se apoderan de la primera canción del disco. Presencia absoluta de las guitarras unidas a una batería que, sin fisuras, encuentran su pico en el estribillo.
Debemos apuntar que este es un disco que suma colaboraciones en cinco de sus temas. En Magnético, por ejemplo, la voz de Nieves Lázaro regala un color diferente a la canción. La instrumentación mantiene la misma presencia aunque bajando una marcha. Al igual que en La Paz Está en los Muertos, algo más reposada dentro del sonido de Seres, pero sin frenar en ningún momento. Todo lo contrario. ‘Y es tan fácil / sentir que nada es cierto / que la única verdad es que la paz está en los muertos’ grita esta canción a dos aguas entre la luz y la oscuridad. En cada uno de los cortes encontramos un estribillo con pegada y solvente que nos mantiene clavados en la escucha.
De esta forma llegamos a El Sonido Inverso, más ecléctica, enigmática y caótica, en el buen sentido. Como todos los temas del disco vislumbramos un sonido reconocible, dentro del diferencial que ofrece cada una de las canciones. En Junto al Mar,Pandorado cuenta con la colaboración de Manuel Cabezalí, quien ejerce de productor del disco. Un tema más reposado y armonioso, donde la letra toma presencia central. En cambio, una vez traspasada la línea central del album, quien se suma es Dany Richter, ingeniero de sonido de este Seres. La Mitad de Mí mantiene la onda intimista de su predecesora. Una melodía que mece durante más de seis minutos con sus subidas, bajadas y éxtasis.
En la séptima canción, Frágil vuelve a mostrar músculo a través de la electricidad y el bajo. Recupera la atmósfera de las primeras canciones de este LP, ganando en contundencia y agresividad bien entendida. Por otro lado, la letra sigue defendiendo su espacio como seña de identidad de la banda.
Así llegamos a Ser Artificial, la cual vuelve a contar con Manuel Cabezalí como colaboración. Aquí encontramos una intro cuasi electrónica que precede a la explosión. Un tema atronador, que manteniendo el sello de Pandorado, abogado a las guitarras frenéticas y a los estribillos desgarradores. Del mismo modo, encarando la recta final, tenemos Invasiones, donde se preguntan: ‘Por qué has dejado escapar la inspiración?’. Un tema ievocador en su texto, siendo el track más corto del disco.
Para acabar, de la mano, de nuevo, de Manuel Cabezalí, la extensa Su pulso. Una canción con varios cambios de ritmo notorios y de más de ocho minutos de duración. Todo un reto. Comienzo sosegado a manos del bajo, quien durante todo el trabajo se muestra notable y auténtico, hasta el estallido eléctrico marca de la casa. Esta es una canción que podría encerrar tres o cuatro más en su interior debido a su riqueza y variedad instrumental.
De este modo cerramos Seres, con ganas de poder escucharlo entero en concierto. Es un disco en el que Pandorado ha creado con libertad y sin prejuicios ni limitaciones. Un trabajo para dar al play y disfrutar.
Contratación
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